domingo, 9 de mayo de 2010

Las Crónicas Decapodianas: Saneando

A estas alturas la trascendental noticia ya ha corrido como el proverbial reguero de pólvora de redacción en redacción y es fuente de comentarios en todo el país.

No obstante, sirva este post como confirmación oficial y definitiva.

Si, es cierto, Zoidberg y Kuato se han divorciado.

Y es irreversible.

¿La causa? Se nos acabao el amor de tanto usarlo.

Bueno, eso y que nueve meses de "arranque el reactor, Quaiiiid..." le inflan las pelotas a cualquiera.

Pero bueno, no puede decirse que haya sido un tiempo desaprovechado. Zoidberg ha aprendido muchas cosas en esos meses.

Lo que significa "un Hartman", qué es "el sigma", qué pinta tiene un granuloma y que los intestinos no tienen terminaciones nerviosas.

Zoidberg también ha descubierto la diferencia entre un amigo y una amistad. Un amigo que te ve aparecer todos los días en el Messenger se preocupa de preguntarte por la salud de tu padre. Una simple amistad no te abre una ventana para preguntarte si estás vomitando las tripas porque es tu salud la que le da igual. Es útil saber diferenciar uno de otro, pues la confusión puede dar lugar a complejos (y, sin embargo, hilarantes) malentendidos.

Y finalmente ha aprendido que si, en el acuerdo prenupcial, puedes escoger entre "Marte" y "las cavernas" ¡ELIGE LO PRIMERO!

Así que el día en que Zoidberg se encaminó a ingresar en el hospital fué luminoso y optimista.

El procedimiento post-divorcio ha sido constante pero más largo de lo esperado.

Y no exento de desengaños.

A Zoidberg le dijeron que por esas tomas le iban a inyectar el adamantium de las garras, pero por más que aprieta los puños nada de nada, oiga.

Pero como suele decirse, una oportunidad perdida se transforma con facilidad en oportunidad de algo nuevo.

Es tocar una rebanada de pan ¡y se convierte en dos! Y con las varitas de merluza empanadas, lo mismo.

No, con los billetes de 50 euros no pasa...

Este tiempo también le ha permitido a Zoidberg estar en contacto con eso que a los humanos os gusta llamar "pueblo llano".

Y es que tendeis a creeros que la mayor parte de vuestra población, la que mantiene el país sobre sus espaldas, la que provoca vuelcos electorales el año que les da por ir a votar, son esos treintañeros moderniquis con chaqueta y sin conrbata que trabajan de diseñadores en despachos creados por Phlippe Stark que aparecen en vuestros anuncios.

Y sin embargo en realidad son la gente que ve en masa El Diario, Aida y Mujeres y Hombres y Viceversa, porque es a quienes se parecen realmente.

Porque la esencia misma de una estancia hospitalaria no reside en la secular falta de medios ni en el abnegado empeño y optimismo de (casi todo) el personal sanitario, está en la figura del Compañero de Habitación.

Cuando tu llegues él será quien esté pagando la televisión y quien decida tu dieta catódica. Cuando llegue el siguiente y seas tu quien ostente el poder sus familiares posiblemente intenten convencerte de pagarla a medias. Ríete (sólo internamente) mientras declinas educadamente tal invitación.

Tu compañero de habitación determinará el nivel de conversación. Desde el "silencioso como una tumba" al "charla ocasional". A los yayos pirados que se desgañitan para que toda la planta se entere de cuánto les duele todo los vas a oir de todas formas, pero a cambio también gozarás en directo cuando un enfermero hastaloscojones les pare los piés.

Puede tocarte un colombiano que elija esa noche poner Karabudjan justo el día que emiten el episodio "homenaje" a Tras El Corazón Verde. Y que mientras tu le estés suplicando a la tierra que te trage él te explique, tan amable como innecesariamente, que contrariamente a lo que creemos la gente de campo de Colombia es muy abierta y amable.

(eso sí, Karabudjan parece que es otra de esas series para chicas, porque cuando los capturan al Silva se limitan a atarle las manos a la espalda, pero a la otra le hacen un setap de lo más apañadito)

Y luego puede tocarte un chavalillo surgido del sur profundo de la isla. De un lugar donde a una chica activa sexualmente la siguen llamando "puta". Donde puedes decir "las mujeres no pueden retransmitir deportes, dice los jugadores como si estuviera leyendo la lista de la compra" mientras tu familia y amigos (mujeres incluidas) te da la razón.

Alguien que se refiera al patético Caiga Quien Caiga presentado por actrices malgastando su talento que emite Cuatro como "el programa ese de las feministas de mierda".

Ahhh, raza humana, nunca dejarás de sorprenderme.

En fin, en su conjunto, una experiencia interesante.

Gracias a la cual Zoidberg ha descubierto un sorprendente hecho.

Los intensos y delicados placeres que depara la horticultura de coníferas.

2 comentarios:

LoKKie dijo...

Podría ser peor,te podrian haber enchufado el Salvame o alguna porquerida de esas xD


que carajo te metieron en la mano????

Isa dijo...

Echaremos de menos las Crónicas Decapodianas